Los medios vuelven a tener titulares atacando al mundo de la moda, salta la polémica ante los cuerpos huesudos de las top models. Esta vez ha sido Karlie Kloss para Vogue ItaliaJulia Schneider, ganadora de Elite Model 2011. Karlie ha hecho una sesión con el fotógrafo Steven Meisel en la que aparecía desnuda, más que lucir cuerpo escultural que nos haga desfallecer, enseña unas costillas marcadas que nos hace pensar en la anorexia. En la publicación italiana se refieren a ella como El cuerpo e incluso ha sido ángel de Victoria’s Secret. El caso de Julia también tiene que ver con su delgadez extrema, la ganadora del concurso que busca a futuras top models es una adolescente de 15 años casi sin pechos y con frágil apariencia. Elite Model ha sido ganado por Cindy Crawford, Linda Evangelista, Gisele Bündchen o Inés Sastre. Así llega a ser preocupante que a partir de ahora se reestablezcan cánones contra natura e insanos que puedan marcar a generaciones futuras.

En las sociedad de consumo de la era de la comunicación todo objeto cultural que consumamos nos puede hacer pertenecer a un grupo y hacer que para permanecer en él arriesguemos incluso la salud. El cine y la publicidad nos muestran estereotipos que han ido cambiando, nada queda de las mujeres con curvas de los cincuenta, ahora parece que tendremos esqueletos que caminan sobre los adoquines con tacones de aguja. La presión sobre la mujer siempre es constante. Debe permanecer estupenda antes, durante y después de un embarazo. Además de no caer en el sobrepeso, cosa inaceptable si se dedica al espectáculo, cuántas veces habrá sido noticia la actriz Kirstie Alley (Cheers o Mira quién habla) por sus problemas de sobrepeso o la actriz Melissa Joan Hart (Sabrina, cosas de brujas) que cayó en el sobrepeso tras uno de sus embarazos. Después son aceptadas de nuevo entre las celébrities cuandro vuelven al camino que traza el rebaño al perder aquellos kilos que las amarraban a las profundidades del olvido.

La contradicción de la doble moral está en casos como el de Vogue que había hecho campaña contra la anorexia, poniendo en portada a modelos de talla más grande. Parece que su editora, Franca Sozzani, no ha hecho declaraciones a partir de la polémica, aunque ha sido retirada del sitio web (esto sí lo he comprobado). Creí que se estaba intentando llegar a un punto de avance en el tema de las tallas, para que todas podamos vestir cómodamente, mediante estudios correspondientes. Cuando Pasarela Cibeles empezó a rechazar modelos por demasiado delgadas parecía que la cordura llegaba al fin, con criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para que veamos a mujeres saludables. Pero todo volvía al mismo punto cuando desde Milán rechazaban a la diseñadora Elena Miró porque sus modelos son para tallas grandes.

Al menos actrices como Tracey Gold (Los problemas crecen) hablan de la anorexia. A través del reality Starving Secrets (Secretos hambrientos), que se estrenó el 2 de diciembre en Lifetime, abre la caja de Pandora. Define la experiencia como catárticaYo quería arrojar luz sobre la anorexia, hablar de ella y emprender una conversación.

Lástima que se llegue al límite de la navaja en un tema tan serio como un desorden alimenticio, la anorexia no es un juego, muchas niñas y mujeres adultas pierden sus vidas por ello. Como fue el caso de la modelo y actriz francesa Isabelle Caro, que se hizo famosa al mostrar su cuerpo en una campaña de Benetton, pero son muchas a las que nunca conoceremos que no salen de su laberinto oscuro, mientras todos miran hacia otro lado.